Realizada en terracota entre 1485 y 1503 y estilo gótico, mide 1,61 m. de alto.
Composición escultórica que representa a Cristo Varón de Dolores. El Señor figura en el centro, ceñido a un lado y al otro por sendas figuras de ángeles.
El cuerpo de Cristo se representa esbelto, marcado por las huellas de la Pasión: la llaga, abierta y tintada de rojo, los agujeros de los clavos en las manos y la gruesa corona de espinas, advirtiéndose estas bajo la piel de la frente.
Figura con la cabeza inclinada y ligeramente vuelta hacia la izquierda, con los ojos entreabiertos y la boca cerrada. Su rostro es de carácter enjuto, marcado por una fina y alargada nariz. Tiene barba corta y bífida, modelada a base de pequeños rizos.
Su larga y negra cabellera se extiende por la espalda y los hombros en ondulados mechones. Figura cubierta por el paño de pureza, resuelto éste a base de múltiples y angulosos pliegues; y manto largo que cae sobre sus hombres hasta los pies y va sujeto con un broche sobre el pecho. Apoya los pies sobre un suelo de relieve anguloso, sembrado con unas pocas matas de cardos: una en flor y otra con fruto.
Recordemos que el cardo borriquero estaba asociado a la realeza, como vimos en la entrada de Llanto sobre Cristo muerto.
Los ángeles figuran simétricos uno a cada lado del Señor, con la misma postura y actitud, medio reclinados sujetando el manto que cubre a Cristo. Visten túnica larga y blanca resuelta en numerosos y angulosos pliegues sobre el suelo y manto rojo ceñido con un broche. Figuran tocados con una cinta adornada con joyel y sostienen pequeños recipientes.
A los pies de Cristo figura el racionero Antonio Imperial, a menor tamaño que las figuras de los ángeles, arrodillado y en actitud de oración, mirando hacia la esbelta figura del Señor.
A los pies de Cristo puede leerse la cartela ´Pº MILLAN YMAGINERO´
El varón de dolores fue encontrado en la iglesia parroquial de la Inmaculada, en la villa de El Garrobo, en 1922 por don Francisco Murillo Herrera, investigador de arte.
En esta obra podemos observar, no solo la obra en sí y el trabajo del artista, si no también podemos inferir cómo la población en su mayoría no sabía leer ni escribir y lo que se mostraba debía enseñarles la importancia de cada figura.
Así, el personaje de mayor tamaño aquí es el más importante (Jesucristo), le siguen en importancia los 2 ángeles y por último el personaje orante es el donante de la obra: Antonio Imperial para la capilla de San Laureano, de la Catedral de Sevilla.
¿Cómo llegó esta obra de la Catedral a la Villa de El garrobo? Solo podemos suponer que cuando se hizo el espectacular sepulcro del cardenal Joaquín Lluch y Garriga (labrado en mármol por el escultor Agapito Vallmitjana), esta obra "sobraba". Pero eso, son solo especulaciones.
Composición escultórica que representa a Cristo Varón de Dolores. El Señor figura en el centro, ceñido a un lado y al otro por sendas figuras de ángeles.
El cuerpo de Cristo se representa esbelto, marcado por las huellas de la Pasión: la llaga, abierta y tintada de rojo, los agujeros de los clavos en las manos y la gruesa corona de espinas, advirtiéndose estas bajo la piel de la frente.
Figura con la cabeza inclinada y ligeramente vuelta hacia la izquierda, con los ojos entreabiertos y la boca cerrada. Su rostro es de carácter enjuto, marcado por una fina y alargada nariz. Tiene barba corta y bífida, modelada a base de pequeños rizos.
Su larga y negra cabellera se extiende por la espalda y los hombros en ondulados mechones. Figura cubierta por el paño de pureza, resuelto éste a base de múltiples y angulosos pliegues; y manto largo que cae sobre sus hombres hasta los pies y va sujeto con un broche sobre el pecho. Apoya los pies sobre un suelo de relieve anguloso, sembrado con unas pocas matas de cardos: una en flor y otra con fruto.
Recordemos que el cardo borriquero estaba asociado a la realeza, como vimos en la entrada de Llanto sobre Cristo muerto.
Los ángeles figuran simétricos uno a cada lado del Señor, con la misma postura y actitud, medio reclinados sujetando el manto que cubre a Cristo. Visten túnica larga y blanca resuelta en numerosos y angulosos pliegues sobre el suelo y manto rojo ceñido con un broche. Figuran tocados con una cinta adornada con joyel y sostienen pequeños recipientes.
A los pies de Cristo figura el racionero Antonio Imperial, a menor tamaño que las figuras de los ángeles, arrodillado y en actitud de oración, mirando hacia la esbelta figura del Señor.
A los pies de Cristo puede leerse la cartela ´Pº MILLAN YMAGINERO´
El varón de dolores fue encontrado en la iglesia parroquial de la Inmaculada, en la villa de El Garrobo, en 1922 por don Francisco Murillo Herrera, investigador de arte.
En esta obra podemos observar, no solo la obra en sí y el trabajo del artista, si no también podemos inferir cómo la población en su mayoría no sabía leer ni escribir y lo que se mostraba debía enseñarles la importancia de cada figura.
Así, el personaje de mayor tamaño aquí es el más importante (Jesucristo), le siguen en importancia los 2 ángeles y por último el personaje orante es el donante de la obra: Antonio Imperial para la capilla de San Laureano, de la Catedral de Sevilla.
¿Cómo llegó esta obra de la Catedral a la Villa de El garrobo? Solo podemos suponer que cuando se hizo el espectacular sepulcro del cardenal Joaquín Lluch y Garriga (labrado en mármol por el escultor Agapito Vallmitjana), esta obra "sobraba". Pero eso, son solo especulaciones.
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