Esta obra se le atribuye a Pedro Millán y se fecha en la segunda mitad del siglo XV (1490). En un principio estaba en la Capilla de San Laureano de la Catedral de Sevilla, pero el estado lo compró en 1970. Está realizada en barro cocido (terracota) y policromado.
En las siguientes fotografías se aprecia el hueco que tiene esta obra en su interior.
En el frontal inferior tenemos varios símbolos iconográficos de la pasión:
Los tres clavos, con los que fue clavado Jesús.
La corona de espinas
Plantas de cardo, flores y frutos con filacteria
Vamos a hablar un poco sobre el cardo borriquero. Esta planta posee una tupida cubierta de espinas y hojas con pinchos. Además en la época de floración luce una bonita flor de color púrpura, un color asociado desde antiguo con la realeza y la nobleza en Europa.
Entre las dos plantas de cardo borriquero hay una filacteria con el nombre de Pedro Millán.
Tal vez no se vea muy bien, pero pone P MILLA IMA, es decir, Pedro Millán imaginero.
Vamos ahora con las figuras.
La figura central, aunque parezca lo contrario, no es Jesús (número 8), sino la Virgen María (4) que está sufriendo un vahído por lo doloroso de la situación.
La acompañan las santas mujeres (2, 3 y 6) una de ellas con un bote de mirra y/o áloe, que se usabe para ungir el cadáver: María Salomé, María de Cleofás y María, madre de Santiago y José. También se las conoce como como "las tres Marías", claro.
También está San Juan (número 5).
Obsérvese el ligero bigotillo que asoma encima del labio superior. |
Y cerrando la composición (casi como unos paréntesis) están José de Arimatea (1), al que una de las mujeres le está enseñando el bote de mirra y/o áloe y Nicodemo (7).
Con las herramientas del descendimiento. |
Por último tenemos a la razón por la que a la María le ha dado un vahído: su hijo muerto.
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