domingo, 22 de mayo de 2022

Castillo de El Real de la Jara

El castillo de El Real de la Jara se encuentra situado en un cerro en la parte norte del municipio a 511 metros de altitud sobre el nivel del mar y perteneció, antaño, al Concejo de «El Realejo». Esta fortaleza se levantó a finales del siglo XIII, sobre restos de una anterior fortificación (probablemente romana).




Se presenta en planta trapezoidal irregular con lados de distintas medidas y compuesta por ocho torres de las cuales tres son semicirculares. Además cuenta con dos entradas, la principal en el frente sur y acodada bajo la misma torre del homenaje, y otra segunda puerta o «poterna» en el lienzo norte, que serviría de fuga en caso de necesidad o entrada apresurada de algún habitante frente a cualquier peligro o asedio inesperado.



En la esquina sureste se levanta una torre con cámara abovedada y que se inserta al paseo de ronda (o adarve).




En época medieval, estos territorios pertenecieron a la «Tierra de la Ciudad de Sevilla». Por esta causa adquirían la condición de «realengos» y su administración y defensa recae por delegación del rey de Castilla, en el concejo sevillano. Tras el repartimiento de los territorios conquistados a los musulmanes, estos mantenían frontera a tan solo 1000 metros de este baluarte, justo en el vado del Arroyo de las Torres.


  1. Recinto
  2. Puerta principal
  3. Puerta de escape
  4. Torres
  5. Torre del homenaje
  6. Patio de armas
Poco a poco, y una vez tomada Sevilla por los cristianos, Sierra Morena perdió valor como lugar estratégico. Mientras los esfuerza de Castilla estaban en conquistar el reino de Granada, el reino de Portugal luchaba por hacerse con parte del oeste de Andalucía. Para evitar el avance de los portugueses por este frente, Sancho IV el Bravo (en el siglo XIII) mandó reconstruir antiguas fortalezas abandonadas. Con ello realizó una serie de fortificaciones que se conocen como Banda Gallega.