sábado, 20 de julio de 2019

Fundación Blas Infante

En la calle Sol 103, se encuentra la sede de la Fundación Blas Infante. Recordemos que Blas Infante fue un ensayista, notario y político español, conocido por su condición de ideólogo del andalucismo, en sus vertientes regionalista, federalista, islamófila y nacionalista. Fue fusilado sin juicio ni sentencia por los sublevados en los inicios de la Guerra Civil Española.

Pero hoy vamos a hablar sobre el edifico en el que se encuentra la Fundación Blas Infante, también llamada la "Casa del Rey Moro":


Anodina, por no decir fea



Si bien el edificio exteriormente es relativamente feo, el interior puede sorprendernos por la oposición.

El interior resulta fresco y agradable

Plano del monumento a Blas Infante cerca de cortijo de la Gota de Leche


En realidad monumento a Blas Infante que está junto al antiguo Cortijo de la Gota de leche, declarado también BIC, con la categoría de Lugar de Interés Etnológico. Desgraciadamente los planos aquí expuestos era el proyecto. Después quedó en lo que quedó: un mini monumento acosado por construcciones ilegales y un nudo de autopistas.






Paneles de Blas

Pozo sin brocal


Al fondo, una escultura de Blas Infante


Blas con su carita de notario




La casa fue declarada Bien de Interés Cultural

¡Salomónicas!


El patio es una belleza. Pequeño pero muy armónico

Si se exceptúan las construcciones domésticas de los Reales Alcázares y las residencias de la nobleza, no hay duda de que la llamada “Casa del Rey Moro” es el monumento civil más antiguo de Sevilla.

Sus características formales nos garantizan que estamos ante una residencia fechable en las dos últimas décadas del siglo XV, aunque no faltan elementos del siglo XVI. Su extensión indica que debió estar habitada por algún miembro de la burguesía de época de los Reyes Católicos para convertirse más tarde, ya en el siglo XIX, en casa de vecinos.

Su núcleo central es un patio cuadrado, situado en tercera crujía, al que rodean de manera irregular varias danzas de arcos de ladrillo rebajados inscritos en alfices, que apoyan en pilares de variado y complejo diseño.

Las dependencias de la casa se organizan en una crujía en torno al patio central. La escalera se sitúa en el ángulo inferior derecho en una posición que permite articular patio y zaguán de entrada, situado éste lateralmente junto a la medianera de la casa colindante.

El salón principal de la casa, en la planta alta, ocupa la crujía de fachada y está cubierto con un artesonado con tirantes de estilo mudéjar.

Las obras de consolidación se iniciaron en 1972 a cargo de Rafael Manzano Martos, continuándose a partir de 1982 por Alfonso Jiménez Martín.

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