Entrada anterior del Real Alcázar: Cuarto Real Alto.
Si volvemos al Patio de la Montería, deberemos dirigirnos hacia la puerta del Palacio de Pedro I, puerta que ya vimos dentro de una de las entradas anteriores, concretamente en la del Patio de la Montería.
Si volvemos al Patio de la Montería, deberemos dirigirnos hacia la puerta del Palacio de Pedro I, puerta que ya vimos dentro de una de las entradas anteriores, concretamente en la del Patio de la Montería.
Bajamos pues, por las escaleras del Cuarto Real Alto, dejamos a la izquierda el Cuarto del Almirante (4) y nos dirigimos al Patio de la Montería (3) para atravesar la puerta del Palacio de Pedro I.
Al entrar por la puerta llegamos al Vestíbulo (1)
Cuando Pedro I construyó este palacio, pensaba sin dudar que tenía enemigos poderosos, incluso en su propia familia (sus hermanastros y su propia madre María de Portugal) y que, por tanto, debía protegerse. Este vestíbulo le proporcionaba a don Pedro ayuda para preservar su seguridad, ya que de él parten dos estrechos pasillos, siguiendo un recorrido en eje quebrado, propio del gusto musulmán por mantener la privacidad de los espacios interiores:
- El pasillo de color azul (el que va hacia arriba) era la entrada oficial, o parte protocolaria que da acceso al "Patio de las Doncellas".
- El otro acceso es el que se muestra en la imagen de arriba de color rojo (y que va hacia abajo): un angosto y oscuro pasaje que desemboca directamente en la zona más privada de las dependencias del rey: el "Patio de las Muñecas". Gracias a este pasillo este podía, en caso de peligro, salir rápidamente sin que la Corte se diera cuenta.
El techo de este vestíbulo estaba decorado con pinturas y policromías inspiradas en las matemáticas, la naturaleza o la geometría. Decoraciones que hacían los artistas árabes contratados por el rey cristiano don Pedro I, al igual que los zócalos de alicatado que forran la parte baja de las paredes.
La parte alta de las paredes fueron forradas con paneles de yesería empleando motivos vegetales mezclados con inscripciones árabes. En el friso, bajo el artesonado del techo, una inscripción dice: La felicidad y la prosperidad son beneficio del sustentador de las criaturas: Alá.
Destacar que justo encima de algunos arcos aparecen conchas, valvas o veneras como símbolo de fertilidad.
Destacar que justo encima de algunos arcos aparecen conchas, valvas o veneras como símbolo de fertilidad.
Una de las costumbres musulmanas que más llama la atención incluso hoy día, es como aprovechaban y recuperaban materiales provenientes de otras construcciones. Así, las cuatro columnas de este vestíbulo poseen capiteles distintos. Tres de estos capiteles se cree que proceden de la antigua basílica visigoda de Sevilla, mientras que el cuarto es romano.
Las tres columnas con capiteles visigodos |
El capitel romano |
Sigamos hacia la entrada oficial para entrar en el Patio de las Doncellas. Este "itinerario" era el que debía realizarse para poder tener audiencia con el rey don Pedro.
Justo antes de entrar en el Patio de las Doncellas hay un pequeño hueco de escalera a la izquierda en el que en la parte de arriba hay dos pequeñas cúpulas. Estas dos mini-cúpulas son los vestigios de la época islámica que aún quedan en el Real Alcázar.
Los puntos rojos son las columnas con los capiteles visigodos y romano. El triángulo es el lugar donde se pueden ver las dos pequeñas cúpulas. |
Siguiente entrada del Real Alcázar: El Patio de las Doncellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario