lunes, 25 de septiembre de 2017

San Luis de los Franceses I

Hace unos domingos hicimos una visita guiada a la Iglesia de San Luis de los Franceses, en Sevilla, sita en (¡oh sorpresa!) la misma calle San Luis. Esta visita la hicimos gracias a la página de facebook "Todo sobre Sevilla". Si queréis contactar con los organizadores podéis hacerlo a través de su página de facebook o mediante el mail todosobresevilla@hotmail.com

Bien. Vamos con la visita en sí. Comencemos con la portada:




Diseñado por Leonardo de Figueroa, las obras comenzaron en 1699 y se terminaró en 1730, aunque no aparece en ningún documento que fuera él quién lo construyó. Al parecer Figueroa terminó a malas con los jesuitas y estos le hicieron una especie de Damnatio Memorie. Todo muy de culebrón.

La historia de este monumento es también curiosa: En el siglo XVII, concretamente en el 1.699, la viuda (¿viuda de quién?) Lucía de Medina donó unos terrenos a los jesuitas con dos condiciones:

  • Que el templo se dedicara a San Luis y a su primo hermano San Fernando (patrón de Sevilla).
  • Y que ella fuera enterrada en la capilla mayor.






En esta torre están San Mateo y San Marcos

Y en este San Lucas y San Juan

Alternancia dintel/arco/dintel/arco

Entrada actual de la iglesia




Como puede verse, el edificio es barroco, barroco, barroco. Y no es tanto la fachada como el interior. Pero no adelantemos acontecimientos.

Una vez introducidos en el interior del edificio nos encontramos con esta planta:



Nuestra ruta fue: Entrada - Capilla doméstica - Iglesia -Cripta. Y como tal la voy a describir:



Durante el recorrido se pueden admirar los pasillos, patios, suelos y techos del mismo:












Y tras el recorrido por el interior entramos en la Capilla doméstica, llamada así porque era la capilla de uso privado de los novicios. Las personas del exterior no podían entrar en ella. El noviciado es un tiempo de preparación para las personas que quieren ingresar en una orden religiosa. Se llama también así a la "escuela" donde se forman y viven los novicios, y esta capilla era de gran importancia para ellos porque aquí es donde realizaban a diario sus rezos y ejercicios como futuros jesuitas. Tras el gran retablo dorado, se encuentra la sacristía (lugar donde se preparan los sacerdotes y se guardan los objetos necesarios para las ceremonias).

La capilla doméstica y todo el programa decorativo estaban dedicados a la Virgen María. En las pinturas de la bóveda de la nave principal se encuentran oraciones en latín dedicadas a la Virgen y en las paredes una serie de pinturas donde se narra su vida.



Capilla de una sola nave con bóveda de cañón.





La capilla está muy recargada, ya dijimos que era muy barroco, y aquí se puede apreciar. Por cierto que entre y por encima y debajo de los cuadros hay huesos de santos (relicarios).


El diseño del retablo es de Pedro Duque Cornejo, talla en madera, dorada y policromada. La madera fue un material muy utilizado en el Barroco por ser económico y la doraban con pan de oro para crear la ilusión de riqueza y ostentosidad. Por eso se dice del Barroco que es un arte efectista y engañoso. Hay una rica y menuda talla de motivos vegetales, como las uvas y las espigas, que simbolizan la Eucaristía (ceremonia que conmemora la muerte y resurrección de Cristo). Las dos puertas, una a cada lado, dan paso a la sacristía. En ellas se encuentra el nomograma jesuita “IHS” (Jesús Salvador de los Hombres). En la sacristía se encuentra otro símbolo jesuita: el Sagrado Corazón de Jesús, que simboliza la entrega total del amor de Jesús.













Las reliquias que "adornan" esta capilla son huesos de San Máximo, compradas en Roma al peso. Y digo esta barbaridad porque no se entiende que un santo muerto en el siglo VII aún conservara tantos huesos en su tumba como los que hay alrededor de esta capilla.

Recordemos que las reliquias en la iglesia católica proporcionaba (según antiguas creencias) que te pudieras curar de las enfermedades por lo que era algo que curaba el cuerpo y el alma, por la proximidad y/o toque del mismo.

Continúa en San Luis de los Franceses II

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