Nos encontramos frente a un azulejo de 186 x 186 x 22 de Francisco Niculoso Pisano. Una de las pocas obras que podemos encontrar en Sevilla, junto al retablo-altar de la parte alta del Real Alcázar de Sevilla y la portada de la iglesia de Santa Paula.
Es plana y la técnica del azulejo polícromo y el repertorio decorativo renacentista de realización de este tipo de azulejos es la llamada mayólica, una manera de trabajar este material que daba unas posibilidades muy superiores a técnicas anteriores, y que fue Niculoso Pisano quién lo introdujo en Sevilla.
Azulejo plano policromado y enmarcado en el que se representa a la Virgen con el Niño en brazos. El trazo seguro y justo del dibujo define las áreas de una policromía de gran efecto cromático construida a base de azules y amarillos.
Azulejo plano policromado y enmarcado en el que se representa a la Virgen con el Niño en brazos. El trazo seguro y justo del dibujo define las áreas de una policromía de gran efecto cromático construida a base de azules y amarillos.
Preciosidad |
Aún siendo una obra tan "pequeñita" en ella podemos apreciar una gran calidad en el colorido y en el dibujo.
Según los expertos, es una obra tardía de Niculoso Pisano y que se nota que es una obra cuidada y evolucionada. A la obra se le ha dado el tratamiento similar a otras obras del museo, como si fuera un lienzo o una tabla. Y la verdad es que la obra lo merece.
No se sabe si el azulejo fue creado para ser único o estaba encastrado en un enmarque más grande. Si es esto último no nos ha llegado el supuesto marco.
Según los expertos, es una obra tardía de Niculoso Pisano y que se nota que es una obra cuidada y evolucionada. A la obra se le ha dado el tratamiento similar a otras obras del museo, como si fuera un lienzo o una tabla. Y la verdad es que la obra lo merece.
No se sabe si el azulejo fue creado para ser único o estaba encastrado en un enmarque más grande. Si es esto último no nos ha llegado el supuesto marco.
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