viernes, 21 de diciembre de 2018

Monasterio de San Isidoro del Campo III


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Dejamos un momento el Claustro de los Muertos y pasamos al Refectorio (nº 7):



La comida en el monasterio era muy frugal: a base de legumbres, pan y muy de vez en cuando pescado. Los cistercienses tenían prohibida la carne y no comenzaban a comer (aunque la comida estuviera ya servida) hasta que el prior no descubría el pan. Además se comía en silencio y lo único que rompía el mismo era la voz del hermano que leía pasajes de la Biblia o de vidas de santos.

Bóvedas de crucería

Este amplio espacio de cuatro tramos y bóvedas cuatripartitas apoyadas sobre ménsulas era el comedor de la comunidad. A finales del s. XV recibe el programa decorativo e iconográfico en el que destaca la monumental representación de "La última cena". En este ámbito se han musealizado bienes muebles que se encontraban descontextualizados, como la Virgen con el niño, atribuida a Lorenzo Mercadante de Bretaña, un Niño Jesús de Francisco de Ocampo y Felguera, un crucificado de marfil, un ara portátil de finales del XV, el Relicario de San Eutiquio del siglo XVII, una serie de cuadros de mediados del XVII que narran la Vida de San Isidoro y otras piezas de orfebrería y relicarios que formaban parte del ajuar litúrgico del monasterio.

Detalle del suelo de barro
Bóvedas y Última cena al fondo



La última cena era un motivo muy repetido en los refrectorios monacales





Escudo ducal de los Medina-Sidonia

Virgen de Lorenzo Mercadante de Bretaña (el de las puertas de la Catedral de Sevilla)

Virgen con el niño, de Mercadante de Bretaña, siglo XV, realizado en barro cocido y policromado (aún queda algo).



En el refectorio hay una serie de lienzos que representan parejas de apóstoles y evangelistas: San Pedro y San Pablo, San Felipe y Santiago el Menor y San Matías y San Bernabé.

También se pueden ver los lienzos de la vida de San Isidoro como el milagro de las abejas, en el pozo, con sus maestros, siendo investido obispo, etc.

El refectorio está presidido por la Sagrada Cena (siglo XV), una de las obras de más bonitas del conjunto de pinturas que se encuentran aquí y una de las mejores del país. Tiene una marcada influencia italiana y del gótico internacional, por lo que se le ha llegado a atribuir a algún pintor de procedencia florentina.


Gótico, con toquecitos bizantinos en el fondo dorado y la postura de los apóstoles. También con influencias italianas.

La obra tiene como curiosidad que no se representa a Judas con la bolsa de monedas, pero sí se sabe claramente quién es, ya que se encuentra en el lado opuesto que el resto de comensales y sin halo de santo.


La imagen superior corresponde al Relicario de San Eutiquio (izquierda) de alrededor del 1600 y un ara portátil de jaspe negro de finales del siglo XV y principios de XVI. No se sabe quienes fueron los artistas.

Salida (y entrada) del refectorio

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